El Medidor de Peak Flow es un método barato, fácil de usar, que no tiene efectos secundarios de ningún tipo y que se puede utilizar en cualquier lugar. Es muy útil para distinguir si existe una obstrucción de los bronquios de otras posibles causas de fatiga, así como para alertarnos de lo que podría ser el comienzo de una crisis.

A la hora de utilizarlo, los pacientes realizan dos mediciones diarias (una por la mañana y otra por la noche), que se van apuntando para poder llevar un correcto seguimiento del comportamiento de sus bronquios. Lo más recomendable es que se tomen las medidas cuando aún no se ha inhalado el broncodilatador, aunque también está la posibilidad de medir las cifras diez minutos después de su administración para comprobar sus efectos.

Para estudiar y examinar los resultados, siempre debe ser el médico el que dé la última palabra, pero el paciente tiene a su alcance unas guías y tablas para ver cómo evoluciona. Concretamente hay una que nos dice los valos normales que deben dar las personas según su edad y altura en l/min, aquí dejamos un pequeño desglose de esa tabla.