Para que esto no sea una simple retahíla de fundamentos teóricos vamos a ver cómo se manifiesta el asma en una persona (caso real y concreto) y cómo se explican por sí mismos todos los conceptos que hemos estado explicando. Para ello vamos a ver el caso de Asunción:

¿Desde cuándo sufres asma?

Oficialmente desde que tenía 25 años, al principio comenzó como una crisis de broncoespasmos y luego, más tarde se fue manifestando. Las primeras crisis fueron nocturnas, y bastante espaciadas unas de otras.

¿Cuándo y cómo te lo diagnosticaron?

La primera crisis me coincidió con un embarazo, y la asociaron con crisis de ansiedad; más tarde, cuando se fue repitiendo lo "llamaron" crisis de broncoespasmos, hasta que fui al neumólogo después de una crisis muy grave que me tuvo ingresada en el hospital una semana. Éste me realizó las pruebas pertientes, espirometría y gasometría, lo detectó y me mandó un tratamiento.


¿Qué tipo de asma padeces?

Se trata de Asma Intrínseca, pues es algo que siemprevoy a tener, porque no me lo provocan ni la alergia, ni el ejercicio... no tiene factores causales. En otras palabras también se podría decir que sufro Asma Persistente Moderada, pues los síntomas son habituales y de cierta gravedad.

¿Afecta a tu vida diaria?

Si, por supuesto, porque me incapacita a la hora de hacer esfuerzo, tengo que estar pendiente siempre de la medicación... Aunque aprendes a convivir con ello.

¿Sigues el tratamiento que te mandó el médico?
Ahora sí... pero hubo momentos en mi vida en los que no, y eso desembocó en crisis profundas que me llevaron al hospital.


¿Cómo es tu tratamiento, y para qué sirve?

Consiste principalmente en un inhalador (Plusvent) que tomo dos veces al día, con una cámara que permite que se inhale mejor la medicina. Es un broncodilatador que tiene dos efectos, uno inmediato y otro durante las doce horas que hay entre las inhalaciones. También tomo unas pastillas (Singulair) una vez al día, por las noches, que sirven para mantener despejadas las vías aéreas. Y por último, también tomo Rhinocort, que son corticoides para despejar las fosas nasales. ¡Ah bueno! si tengo alguna crisis muy fuerte recurro al ventolín como rescate.

Bueno, este es un caso más de todos los asmáticos que hay en España (alrededor del 5%). Es bastante ilustrativo, y cuenta con la experiencia de más de 20 años bajo tratamiento... desde aquí sólo queda dar las gracias a Asunción por ayudarnos y a vosotros por leernos en diariodeunasmatico.

El Medidor de Peak Flow es un método barato, fácil de usar, que no tiene efectos secundarios de ningún tipo y que se puede utilizar en cualquier lugar. Es muy útil para distinguir si existe una obstrucción de los bronquios de otras posibles causas de fatiga, así como para alertarnos de lo que podría ser el comienzo de una crisis.

A la hora de utilizarlo, los pacientes realizan dos mediciones diarias (una por la mañana y otra por la noche), que se van apuntando para poder llevar un correcto seguimiento del comportamiento de sus bronquios. Lo más recomendable es que se tomen las medidas cuando aún no se ha inhalado el broncodilatador, aunque también está la posibilidad de medir las cifras diez minutos después de su administración para comprobar sus efectos.

Para estudiar y examinar los resultados, siempre debe ser el médico el que dé la última palabra, pero el paciente tiene a su alcance unas guías y tablas para ver cómo evoluciona. Concretamente hay una que nos dice los valos normales que deben dar las personas según su edad y altura en l/min, aquí dejamos un pequeño desglose de esa tabla.

Al igual que otros enfermos tienen una forma de hacerse un chequeo o seguimiento diario para ver cómo evolucionan (véase los hipertensos o diabéticos), los asmáticos tambien cuentan con esa posibilidad. Desde su casa va a poder observar cómo van funcionando día a día sus bronquios y pulmones, y todo esto gracias al "Peak Flow", o Flujo Espiratorio Máximo. Si buscamos una definición algo más formal, podemos acudir a la siguiente que nos ofrece la Universidad de Lleida:

El flujo espiratorio máximo (FEM) o peak-flow (PEF) es el mayor flujo
que se alcanza durante una maniobra de espiración forzada. Se expresa en litros/minuto.

El Peak Flow se trata de una medida, no formal, que podemos llevar a cabo en nuestro domicilio para medir y comprobar el nivel de obstrucción de los bronquios y los pulmones, con el objetivo de prevenir posibles crisis.